lunes, 19 de noviembre de 2012

Desnutrición infantil




En Argentina, donde se producen alimentos para dar de comer a cientos de millones de personas, 25 niños mueren por día antes de cumplir un año. Los datos oficiales, que miden la mortalidad infantil en 12,9 por mil nacidos vivos contrastan con el reciente informe de Unicef: 14 por mil. En el país más de seis millones de chicos viven en la pobreza y la mitad de ellos pasa hambre. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, ocho niños mueren por día antes de su primer cumpleaños.
La desnutrición infantil en Argentina, que afecta especialmente a las provincias del Norte, es resultado de un cóctel en el que se combinan el aumento de la pobreza extrema, el analfabetismo, la baja cobertura de saneamiento ambiental y las históricas falencias e inequidades de las políticas de salud, que se traducen en una deficiente atención materno-infantil.
Todos sabemos que Argentina tiene los recursos económicos para evitar todas estas muertes. Para evitar que los chicos vivan en la calles y tengan que prostituirse o salir a robar para poder sobrevivir al hambre. Recursos que se escurren en las manos de inescrupulosos que sólo saben preocuparse por su propio bienestar. Insensatos que miran para otro lado cuando ven a un niño pidiendo una moneda en la calle. 
Por su parte la desnutrición infantil en Argentina, De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la palabra "desnutrición" se utiliza para referirse a varias dolencias relacionadas con la ingesta de uno o más nutrientes -por ejemplo, proteínas, yodo o calcio- y caracterizadas por un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y energía y las necesidades del organismo para su crecimiento y desarrollo.
En el periodo que transcurre entre la gestación y los dos primeros años de vida el déficit de nutrientes indispensables deja secuelas generalmente irreversibles. Los niños en crecimiento tienen altas necesidades de energía y proteínas y son más vulnerables a las infecciones. Inicialmente, debido a la mala alimentación, los chicos sufren pérdida de peso y quedan expuestos a un riesgo muy alto de enfermedades infecciosas -por ejemplo, la diarrea-, que a su vez agravan el cuadro de desnutrición. Más tardíamente se manifiestan un déficit en la talla y un retardo definitivo en el desarrollo intelectual.
En todo el mundo, de los casi 11 millones de niños menores de cinco años que mueren anualmente, la mitad lo hacen a causa de la desnutrición. Aunque en nuestro país el déficit nutricional es un problema de larga data, se carece de datos completos y actualizados.
Las estadísticas se basan en tres indicadores: peso para la edad, que mide la desnutrición global; talla para la edad, que refleja la desnutrición crónica, debido a que la baja estatura es producto de una carencia prolongada de nutrientes; y peso para la talla, que mide la desnutrición aguda.
Las estadísticas
Una encuesta antropométrica efectuada entre 1995 y 1996 por el Ministerio de Salud los  en niños menores de seis años atendidos en hospitales arrojó un 12,9% de chicos con déficit de talla. Hubo fuertes diferencias entre las distintas regiones del país. La mayor prevalencia de bajo peso y baja talla para la edad se encontró en Chaco y Tucumán (Tabla). Un nuevo estudio comenzó a implementarse en octubre de 2002.
Un censo escolar realizado entre 1991 y 1994 entre niños de seis y siete años de varias provincias como, Misiones, Chaco, Santiago Del Estero, Jujuy.  También mostró que la baja estatura era un fenómeno significativo en el Norte. Otras estadísticas sobre desnutrición en niños de dos a cinco años, correspondientes a nueve ciudades, datan de 1999. En Santiago del Estero, 11% de los chicos de esa franja de edad tenían bajo peso.
En el año 2001 la proporción de niños con bajo peso al nacer -menos de 2,5 kilos- era de 7,4%, una tasa más próxima al promedio de los países industrializados (7%) que al de América Latina y el Caribe (9%). Esa tasa se ha mantenido prácticamente constante desde 1990, con pocas variaciones en las distintas regiones del país, pero una serie de datos más recientes difundidos por algunos hospitales cuando tomó estado público el problema de la desnutrición sugieren un aumento.
Otro dato que anticiparía índices más altos de desnutrición es el incremento que ha experimentado el número de niños que viven en hogares indigentes, es decir, que no cuentan con los ingresos suficientes para cubrir una canasta alimentaria básica. De acuerdo con un estudio del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales de la Nación (SIEMPRO), en octubre de 2002 el 42,7% de los menores de hasta 18 años era indigente. Se alcanzan picos superiores al 55% en Misiones, Chaco, Corrientes y Salta.
Las regiones del país más castigadas por la indigencia son la nordeste y la noroeste, así como el segundo cordón del Conurbano bonaerense. En octubre de 2001, poco antes de la devaluación y la cesación de pagos del país, había en la Argentina 9,4% de hogares indigentes; en mayo de 2003, 17,9%.
Una de las causas más importantes de la desnutrición y de la mortalidad infantil es el bajo nivel de instrucción de las madres. Un 10,6% de los nacidos vivos en 2001 fueron de madres que no habían completado la escuela primaria. Los porcentajes más elevados se encuentran en la región nordeste, con el 30,8%.
La falta de control médico en embarazadas y recién nacidos es otro factor clave, que se relaciona en parte con el nivel educativo de las madres. La captación del embarazo en las madres de bajos ingresos es mucho más tardía que en las de ingresos más altos, aun cuando estas últimas tampoco posean obra social. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), realizada en 2001 por el SIEMPRO y el INDEC, mostró además que sólo el 34,8% de las mujeres de 25 y más años de la Argentina había realizado una consulta ginecológica en los últimos 12 meses. Sin embargo, las mujeres no pobres difieren marcadamente del resto en la frecuencia de la consulta médica.
Un problema con gran incidencia sobre la desnutrición y otras enfermedades infantiles es la falta de servicios sanitarios básicos. Según el Censo Nacional 2001, el 15,9% de los 10,1 millones de hogares de la Argentina carece de provisión de agua dentro de la vivienda. Los hogares con necesidades básicas insatisfechas (NBI)
-indicador de la pobreza estructural de una sociedad- son el 14,3% del total. De ellos, no tiene agua dentro de la vivienda el 50,8%.
En nuestro país es necesario producir un cambio de raíz en las políticas y la administración de la salud pública, así como avanzar en su coordinación con el sector privado. La solución integral del problema exige, además, abordar las fuertes desigualdades regionales y la distribución inequitativa del ingreso en la sociedad.

Por otra parte, existe en Argentina,  Fundación CONIN –Cooperadora para la nutrición infantil encabezada por el Dr. Abel Albino; nacido en el año 1946 en Buenos Aires, Argentina.
En el año 1972 se graduó con el título de médico en la Universidad de Tucumán. Médico Pediatra. Doctorado en medicina en la Universidad Nacional de Cuyo.
Junto a un gran número de colaboradores, el 4 de septiembre del 1993 creó en Mendoza- Argentina la Fundación CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil).
En CONIN se trabaja  en la prevención y recuperación de la desnutrición infantil centrando el accionar en tres pilares básicos: Docencia, Asistencia e Investigación.

Del total de niños preescolares evaluados en el estado 5.5% presentó bajo peso, 8.5% tuvo baja talla o desmedro y 2% presentó emaciación. La distribución por el tipo de localidad de residencia indica que en las localidades rurales existen mayores prevalencias de baja talla o desmedro (12.8%) y de bajo peso (5.7%) en comparación con las localidades urbanas (4.7 y 5.4%, respectivamente). Sin embargo, la emaciación (3.4%) es más prevalente en los niños de localidades urbanas que en los residentes en localidades rurales (0.5%)
·         En Zacatecas ocho de cada 100 niños menores de 5 años de edad tienen baja talla.
Es alarmante el porcentaje de niños con desnutrición crónica que por sub-alimentación prolongada o pérdidas intermitentes de nutrimentos, han sido afectados en su índice de talla para la edad quizá en forma irreversible.
Se considera que aproximadamente la mitad de la población mundial total ha sobrevivido a un período de desnutrición moderada o severa durante la infancia.

Factores de riesgo
La mala nutrición de la madre y las infecciones intercurrentes durante el embarazo son factores frecuentes de prematurez y desnutrición in útero. No es raro que niños nacidos en estas condiciones de desventaja nutricia en su pasado inmediato, sean víctimas de prácticas inadecuadas de alimentación, especialmente en regiones en donde la lactancia materna está siendo reemplazada desde etapas muy tempranas de vida por fórmulas de alimentación preparadas de manera deficiente y en malas condiciones de higiene.
La desnutrición puede presentarse en todas las edades, sin embargo, es más notoria y grave entre los 6 y 36 meses de edad. Después del destete, que con frecuencia inicia antes del cuarto mes, el niño recibe poco o ningún alimento con leche, sus derivados u otros productos de origen animal. La combinación de una dieta baja en energía y proteínas aunada a infecciones frecuentes digestivas y respiratorias propicia un avance lento y progresivo hacia una desnutrición grave.
En las zonas rurales y urbanas marginadas, el ciclo infección-desnutrición se debe a varios factores, entre ellos destacan:
1.- El abandono de la lactancia materna
2.- La ablactación temprana (antes de los dos meses de edad) o muy tardía (después del sexto mes de edad).
3.- El uso inadecuado de los sucedáneos de la leche materna.
4.- Las infecciones gastrointestinales frecuentes en el niño.
Por otro lado en regiones o países subdesarrollados la pobreza es causa y consecuencia de la falta de educación, mala salud de la población,comunicación deficiente, baja productividad, balance económico desfavorable e inadecuada utilización de los recursos naturales conducen a errores en el consumo y a una inadecuada distribución de los alimentos entre los miembros de la familia, particularmente desfavorable hacia los niños pequeños, al sexo femenino y aquellos con alguna enfermedad crónica y/o grave en quienes la ingestión de alimentos puede ser restringida dramáticamente.
Por lo anterior los factores que predisponen a la DPE primaria se encuentran: la escasa escolaridad de los padres, pobreza y las consiguientes carencias de sanidad ambiental, de ahí que la desnutrición primaria predomine en los países en vías de desarrollo.
La desnutrición afecta al 30-50% de los pacientes hospitalizados de todas las edades tanto por causas quirúrgicas como médicas aumentando a medida que se prolonga la estancia hospitalaria.
Es fundamental educar a todo el personal sanitario en aras de obtener su colaboración. La puesta en marcha de un método diagnostico temprano, la necesidad de reevaluar la dotación de personal a las unidades de nutrición o equipos de nutrición. (10)
La valoración del estado nutricional podemos considerarla, pues, el primer eslabón del tratamiento nutricional. Su principal objetivo es identificar aquellos pacientes, desnutridos o en peligro de desarrollar desnutrición, que pueden beneficiarse de un tratamiento nutricional.
Es importante determinar el estado de nutrición de un individuo puesto que la presencia de complicaciones diversas como retraso en la cicatrización de las heridas o menor resistencia a las infecciones, entre otras pueden determinar estancias hospitalarias más prolongadas e incremento del coste sanitario.
Tanto la VSG como la MNA constituyen un buen predictor de pacientes en alto riesgo de desarrollar complicaciones atribuibles a la desnutrición. Tiene un poder predictivo igual al de los datos de objetivos  (antropometría, bioquímica, inmunología) considerados en conjunto. Concuerda en más del 80% cuando se valoran en los mismos pacientes.
Si bien no está universalmente aceptado un método simple para definir con precisión el estado nutricional, existen diversos modos que nos permiten una orientación sobre el estado nutricional del individuo. Por no existir consenso sobre cuál es el mejor método de valoración del estado nutricional, es aconsejable conocer los distintos métodos existentes y disponibles y escoger el que más se adecue a nuestras necesidades. (11)
Se recomienda el empleo de sistemas de cribaje específicos para la edad pediátrica. Dentro de los paramentros mas importantes y baratos para la realización de un diagnostico temprano y oportuno tenemos la necesidad de incluir en la historia de urgencias.
Edad
IMC.
Pérdida de peso en los últimos meses.
Ingesta alimentaria. (10)
Fisiopatología y respuestas adaptativas
A través de una serie de mecanismos fisiológicos, el organismo tiende a mantener un equilibrio dinámico ante la ingesta de energía, cuando existen periodos largos de restricción energética y/o proteica, el organismo se adapta en forma progresiva a esta restricción con el objeto de mantener un estado funcional adecuado tanto como lo permita el suministro limitado de nutrimentos.
La adaptación nutricia significa que para sobrevivir a dos agresiones sinérgicas, la carencia de nutrimentos y las infecciones frecuentes, el organismo modifica sus patrones biológicos de normalidad y crea nuevas condiciones homeostáticas.
La DPE se desarrolla gradualmente y permite la siguiente serie de ajustes metabólicos que resultan en una disminución de la necesidad de nutrimentos y en un equilibrio nutricio compatible con una disponibilidad más baja de nutrimentos celulares. Si en este punto el suministro de nutrimentos continúa siendo cada vez más bajo que el aceptado por el organismo para su adaptación sobreviene la muerte; sin embargo, aunque en la mayoría de los casos ese suministro es bajo, no lo es tanto para causar la muerte y el individuo es capaz de vivir en un estado adaptado a una ingestión disminuida. A este fenómeno, Ramos Galván le llamó "homeorresis", en el cual la mayoría de las funciones están alteradas y tienen las siguientes características:
Movilización y gasto de energía: El gasto de energía desciende con rapidez tras la disminución de la ingesta de sustratos calóricos y ello explica la reducción de los periodos de juego y actividad física que se observan y los periodos de descanso más prolongados y el menor trabajo físico. Cuando la disminución del gasto de energía no puede compensar la ingesta insuficiente, las reservas de la grasa corporal se movilizan y el tejido adiposo y el peso corporal disminuyen. La masa magra corporal se reduce a una velocidad menor como consecuencia del catabolismo de las proteínas del músculo que promueve una mayor liberación de aminoácidos. Conforme la deficiencia de energía se vuelve más grave, la grasa subcutánea se reduce en forma notoria y el catabolismo de proteínas lleva al desgaste muscular. Las proteínas viscerales se conservan por un tiempo mayor, en especial en pacientes con marasmo.
Degradación y síntesis de proteínas: La disponibilidad baja de proteínas dietéticas reduce la síntesis proteica. Las adaptaciones del organismo permiten conservar las proteínas estructurales y mantener las funciones esenciales que dependen de proteínas, esto conduce a cambios enzimáticos que favorecen la degradación de la proteína del músculo y la síntesis hepática de proteína, así como la movilización de sustratos de energía desde los depósitos de grasa. Hasta que las proteínas de los tejidos que no son esenciales se agotan, la pérdida de proteínas viscerales aumenta y la muerte puede ser inminente si no se instituye el tratamiento nutricio.
La vida media de las proteínas se incrementa. La velocidad de síntesis de la albúmina disminuye, hay un movimiento de albúmina desde las reservas extravasculares hacia las reservas intravasculares para ayudar a mantener niveles adecuados de albúmina circulante ante la disminución de su síntesis. Los mecanismos de adaptación fallan cuando el agotamiento de proteínas se vuelve muy grave y la concentración de las mismas en el suero disminuye. La reducción secundaria de la presión oncótica intravascular y la fuga de líquido hacia el espacio extravascular contribuyen a la formación del edema del kwashiorkor.
Hematología y transporte de oxígeno: La disminución de la concentración de hemoglobina y de masa de eritrocitos que se observa en casi todos los caos de DPE grave es un fenómeno de adaptación que se relaciona cuando menos en parte con los requerimientos de oxígeno por los tejidos. El decremento de la masa corporal magra y la actividad física menor de los pacientes con desnutrición también disminuyen la demanda de oxígeno. El descenso simultáneo de los aminoácidos de la dieta resulta de una disminución de la actividad hematopoyética, que reserva los aminoácidos para la síntesis de otras proteínas más necesarias. En tanto los tejidos reciben suficiente oxígeno, esta respuesta debe considerarse una forma de adaptación y no una forma "funcional" de anemia. Cuando la síntesis de tejidos, la masa corporal magra y la actividad física mejoran con un tratamiento dietético, la demanda de oxígeno se incrementa y es necesario que la hematopoyesis se acelere. Si no se cuenta con suficiente hierro, ácido fólico y vitamina B2 ocurre anemia funcional con hipoxia tisular secundaria.
Función cardiovascular y renal: El gasto cardiaco, la frecuencia cardiaca y la presión arterial disminuyen y la circulación central cobra mayor importancia que la circulación periférica. Los reflejos cardiovasculares se alteran y ocasionan hipotensión postural y disminución del retorno venoso. La forma principal de compensación hemodinámica la constituye la taquicardia y no el aumento del volumen latido. Tanto el flujo plasmático renal como la velocidad de filtrado glomerular pueden disminuir a causa del descenso del gasto cardiaco, aunque al parecer la capacidad de excretar líquidos y de concentrar y acidificar la orina se conservan.
Sistema Inmunitario: Los defectos principales que se observan en la DPE grave parecen afectar los linfocitos T y el sistema de complemento. El número de linfocitos que se originan en el timo disminuye en forma intensa y la glándula se atrofia. Además se observa depleción de células de las regiones de linfocitos T en el bazo y los ganglios linfáticos. En de DPE disminuye la producción de varios componentes del complemento. Estas deficiencias pueden explicar la gran susceptibilidad a la sépsis por bacterias gram negativas.
Estos cambios tienen como consecuencia una mayor predisposición a las infecciones y a complicaciones graves.
Electrolitos: El potasio corporal total disminuye a causa de la reducción de proteínas musculares y de la pérdida del potasio del compartimiento intracelular. La acción baja de la insulina y la disminución de los sustratos de energía dentro de la c´welula reducen la disponibilidad de ATP y fosfocreatina. Lo anterior conduce a una entrada a la célula de Na y agua, con la consecuente sobrehidratación intracelular.
Función gastrointestinal: La absorción de lípidos y disacáridos pueden alterarse y la velocidad de absorción de glucosa disminuir en la deficiencia de proteínas grave. También puede observarse menor producción de sustancias gástricas, pancreáticas y biliares, estos cambios alteran aún más las funciones de absorción que se manifiesta con diarrea y quizá también por la motilidad intestinal irregular y el sobrecrecimiento bacteriano gastrointestinal. La diarrea incrementa la malaabsorción y puede agravar más el estado nutricional.
Sistema nervioso central: Los pacientes que cursan con DPE a edad temprana pueden presentar disminución del crecimiento cerebral, de la mielinización de los nervios, de la producción de neurotrasmisores y de la velocidad de conducción nerviosa. Aún no se demuestran en forma clara las implicaciones funcionales de estas alteraciones a largo plazo y no pueden correlacionarse con la conducta posterior ni con el nivel de inteligencia.
Respuestas Adaptativas:
- Adaptación metabólica para sobrevivir de manera "compensada".
- Limitación de funciones no vitales
- Detención de crecimiento y desarrollo
- Normoglucemia a expensas de proteínas y grasas
- Reducción de la síntesis de proteínas viscerales y musculares
- Reducción en la concentración de la Hemoglobina y Glóbulos Rojos
- Disminución del flujo plasmático renal y filtrado glomerular
- Disminución de linfocitos T y complemento sérico
- Disminución de IgA
- Hipokalemia
- Disminución de secreción gástrica y pancreática, atrofia de vellosidades intestinales
- Alteraciones endocrinológicas (descritas a continuación)
Esquema de mecanismos de adaptación hormonal en la desnutrición
Adaptado de Vásquez, 2001
Clasificación
Para elaborar el diagnóstico de desnutrición se requiere analizar la historia alimentaria, la frecuencia y severidad de las enfermedades previas, reconocer los signos y síntomas propios de esta enfermedad, medir el crecimiento y realizar algunas pruebas bioquímicas.
1.- Clasificación etiológica:
A) Primaria: Se presenta cuando el aporte de nutrimentos es inadecuado para cubrir las necesidades y/o episodios repetidos de diarrea o infecciones de vías respiratorias. Esta forma primaria de desnutrición es producto de la pobreza y la ignorancia, en la actualidad se observa con más frecuencia en regiones o países en vías de desarrollo y la de origen secundario en países desarrollados.
B) Secundaria: cuando existe alguna condición subyacente que conduce a una inadecuada ingestión, absorción, digestión o metabolismo de los nutrimentos, generalmente ocasionado por un proceso patológico como infecciones agudas, sépsis o problemas crónicos como la diarrea persistente, SIDA, cardiopatías congénitas, neumopatías, enfermedad renal avanzada y muchos tipos de cáncer.
C) Mixta: se presenta cuando están coexisten las dos causas anteriores, el sinergismo entre ingesta inadecuada e infección es el ejemplo clásico de este cuadro y tiene como sustrato metabólico el desequilibrio entre el mayor gasto de nutrimentos y la necesidad no satisfecha de los mismos.
2.- Clasificación clínica:
La DPE es un nombre genérico para un amplio espectro de estados de deficiencia de proteínas y energía y son clasificados como: energética, protéica y energética-protéica.
Las manifestaciones clínicas iniciales son inespecíficas. Incluyen: reducción en la velocidad de crecimiento, disminución en la actividad física y apatía general. Al incrementar el déficit de proteínas y energía, las manifestaciones primarias se hacen más evidentes. Sin embargo, sólo cuando la DPE es grave, los signos y síntomas específicos se hacen evidentes.
Los términos marasmo, kwashiorkor y marasmo-kwashiorkor se usan para designar expresiones clínicas de desnutrición calórico-proteica avanzada o de tercer grado.
Generalmente la desnutrición de tipo marasmática se presenta en menores de un año, el déficit proteico y energético es lento y progresivo, propia de una desnutrición crónica dentro de sus manifestaciones clínicas se observa una marcada hipotrofia muscular e hipotonía, piel seca, pelo seco fino desprendible y ausencia de panículo adiposo, etc.
El Kwashiorkor forma "húmeda" o con edema, es un proceso más agudo, se presenta más frecuentemente en la edad preescolar, existe un déficit proteico importante y en muchas ocasiones su ingesta energética es adecuada e incluso elevada, en muchos casos es precipitado por episodios infecciosos en el niño. El edema es el signo central pero ademas pueden presentar signo de la bandera y una dermatitis denominada pelagroide, irritabilidad, hígado graso entre otras manifestaciones clínicas.
La desnutrición marasmo-kwashiorkor anteriormente conocido como Síndrome Pluricarencial presenta tanto signos de marasmo como de kwashiorkor.
3- Clasificación por severidad o intensidad:
La clasificación de Gómez, una de las más usadas, utiliza el índice peso/edad, que resulta muy útil para niños menores de cinco años. La severidad de la desnutrición se reconoce clínicamente y se clasifica según el déficit de peso que tengan los niños en relación al peso con el percentil 50 de los niños de su misma edad. Los valores pueden ser locales o internacionales, la desnutrición se clasifica de la siguiente manera:
* Los niños que presentan edema independientemente de su déficit se clasifican como tercer grado.
Una desventaja de esta clasificación es que nos permite diferenciar entre un evento agudo y uno crónico, ni tiene la misma confiabilidad para niños mayores de cinco años.
La clasificación de Waterloo utiliza el peso, talla y la edad y los agrupa en dos índices peso/talla (P/T) y talla/edad (T/E). El P/T indica la presencia de un déficit de peso con respecto a la estatura actual (desnutrición presente o emaciación), mientras que T/E evidencia desnutrición pasada o desmedro. Mediante esta clasificación se puede saber si la desnutrición es actual (peso bajo), desnutrición es pasada (talla/edad baja), o ambas.
De esta manera es posible hacer una distinción entre los niños que estan muy delgados (emaciados o con desnutrición aguda), los que son de talla baja (desmedro o con desnutrición pasada actualmente recuperados), y aquellos que son delgados y pequeños (emaciación o con desnutrición crónica agudizada).
El puntaje se determina de acuerdo al siguiente cuadro:
4.-Clasificación por el tiempo de evolución:
De acuerdo al tiempo de evolución podemos clasificar la desnutrición en un proceso agudo donde observamos déficit en peso sin deterioro de talla. Los procesos crónicos manifiestan en forma evidente déficit en talla y los crónicos agudizados, son niños con deterioro en talla en donde además se observa una pérdida de peso importante.
Diagnóstico
El diagnóstico en la DPE es primordialmente clínico. Los signos clínicos se clasifican en:
1) SIGNOS UNIVERSALES.- Son aquellos que siempre están presentes en los niños desnutridos; su intensidad dependerá de la magnitud del déficit de nutrimentos, de la etapa de crecimiento y del tiempo de evolución y son: dilución, hipofunción y atrofia, y ocasionan detención de crecimiento y desarrollo.
2) SIGNOS CIRCUNSTANCIALES.- Su presencia es circunstancial, pueden o no estar presentes y son características del tipo de desnutrición ya sea Marasmo, Kwashiorkor o mixta, como hipotrofia muscular, hipotonía, edema, lesiones dermatológicas, signo de la bandera.
3) SIGNOS AGREGADOS.- Son aquellos que se encuentran presentes en el niño desnutrido solamente y a consecuencia de diversos procesos patológicos que se agregan, como insuficiencia respiratoria, fiebre, deshidratación, etc.

INDICADORES DEL ESTADO NUTRICIONAL
·         ANTROPOMETICOS
Las variables antropométricas evalúan y detectan la malnutrición preexistente al ingreso del paciente crítico. No obstante, los cambios corporales y la evolución del estado de hidratación en estos pacientes invalidan a este grupo de variables como parámetros de seguimiento nutricional y de pronóstico en los pacientes críticos.
PESO
Mide de forma simplificada el total de los componentes corporales. Una pérdida involuntaria de peso superior al 10 % en los últimos seis meses o el rápido desarrollo de la misma son signos clásicos de malnutrición cuyo valor no ha sido analizado en los pacientes críticos.
ÍNDICE DE MASA CORPORAL (IMC)
Evalúa la relación entre el peso y la talla. Índices inferiores a 15 kg/m2 son indicativos de malnutrición y se asocian con un aumento significativo en la mortalidad en enfermos quirúrgicos.
La reducción en la tasa de incremento ponderal o bien el franco decremento en esta medida antropométrica, precede a la detención del crecimiento estos indicadores nos permiten situar a la enfermedad en severidad (P/E), tiempo de evolución (T/E) y pronóstico (P/T).
PESO PARA LA EDAD (P/E)
El P/E se utiliza en los niños y se valora como el porcentaje del peso esperado o ideal para una edad determinada. El déficit de peso evalúa tanto la desnutrición presente como la pasada ya sea debida a un proceso agudo o crónico.
P/E = PESO ACTUAL x 100 = % de peso - 100 = % de déficit de peso
PESO IDEAL
Interpretación: según la clasificación de Federico Gómez.
* Bengoa se adhiere a la clasificación en grados de Gómez y solo introduce que todos los casos con edema deben ser incluidos en el grado III de desnutrición.
PESO PARA LA TALLA (P/T)
El peso para la talla P/T ha reemplazado al P/E como criterio para el diagnostico de desnutrición aguda o presente. Es muy útil para evaluar el impacto de los programas de intervención nutricia.
Este cociente indica el estado nutricio actual y permite detectar casos de desnutrición aguda comparándolo con gráficas estandarizadas para niños y adolescente.
TALLA PARA LA EDAD (T/E)
La T/E cuando se encuentra diminuida es evidencia de una desnutrición crónica o pasada, no es útil en los programas de intervención nutricia. Sin embargo, es el indicador que nos permite diferenciar los procesos crónicos y pasados de los presentes y agudos y de ahí su valor en investigación social.
·         VALORACION GLOBAL SUBJETIVA
·         MNA
·         BUIQUIMICOS
Indicativas del estado de las proteínas musculares
Indice creatinina/altura
Mide el catabolismo muscular. Sus valores están influenciados por la cantidad y contenido proteico de la dieta y por la edad. No es un parámetro útil en la insuficiencia renal. En el paciente crítico el índice creatinina/altura detecta la malnutrición al ingreso, pero carece de valor pronóstico o de seguimiento de forma aislada.
3-Metil-histidina
Es un aminoácido derivado del metabolismo muscular proteico. Sus valores aumentan en situaciones de hipercatabolismo y disminuyen en ancianos y en pacientes desnutridos. En el paciente crítico es un parámetro de seguimiento nutricional, renutrición y catabolismo muscular.
Excreción de urea
Es un método habitual de medición del catabolismo proteico. También estima la pérdida de creatinina y ácido úrico. Sus valores presentan variaciones en relación con el volumen intravascular, el aporte nitrogenado y la función renal. En el paciente crítico es un índice de la intensidad de la respuesta metabólica al estrés.
Balance nitrogenado
Es un buen parámetro de renutrición en pacientes postoperados con estrés o desnutrición moderada. En el paciente crítico, no es válido como parámetro de desnutrición y seguimiento nutricional, pero sí como índice de pronóstico nutricional.
Indicativas del estado de las proteínas viscerales
Albúmina
Es el parámetro bioquímico más frecuentemente utilizado en la valoración nutricional. Una reducción significativa de los valores de albúmina se asocia con un incremento en la aparición de complicaciones y en la mortalidad. Los valores de albúmina al ingreso de los pacientes críticos tienen valor pronóstico. No obstante, dichos valores son poco sensibles a los cambios agudos7 del estado nutricional (por la elevada vida media de la albúmina: 20 dias). La albúmina sérica tampoco es un buen parámetro de seguimiento nutricional, aunque sus valores pueden relacionarse con la extensión de la lesión8.
Prealbúmina
Su vida media corta (2 días), la convierte en un parámetro de evolución y seguimiento en el paciente crítico9, habiéndose apreciado que la prealbúmina es el parámetro más sensible a los cambios en el estado nutricional. No obstante, sus valores están interferidos por factores no relacionados con el estado nutricional: disminuyen en la infección y en la insuficiencia hepática y aumentan en el fracaso renal.
Proteína ligada al retinol
Su vida media corta (12 horas) la convierte también en un marcador de seguimiento nutricional. Sus niveles aumentan con la ingesta de vitamina A, disminuyen en la enfermedad hepática, infección y estrés grave. Carece de valor en pacientes en insuficiencia renal.
Transferrina
Presenta una baja sensibilidad y especificidad cuando se analiza de forma individual. Sus niveles plasmáticos están aumentados en la anemia ferropénica y disminuidos en la enfermedad hepática, sepsis, síndrome de malabsorción y alteraciones inespecíficas inflamatorias.
El déficit crónico de hierro, la politransfusión y las alteraciones en la absorción intestinal, lo invalidan como parámetro nutricional en el paciente crítico. Su vida media es de (8-10 días).
Somatomedina
Se trata de un péptido de bajo peso molecular, cuya síntesis está regulada por la hormona de crecimiento y el factor I de la insulina. Mide la intensidad de la respuesta metabólica de la agresión y es un buen parámetro de seguimiento nutricional. La complejidad en su determinación y su elevado coste limitan su uso.
Otras proteinas
La proteína C, alfa-1-antritripsina, alfa-1-glicoproteina, alfa-2-macroglobulina, la fibronectina, el fibrinógeno y la haptoglobina, son proteínas inespecíficas cuyo valor puede encontrarse relacionado con la intensidad de la respuesta metabólica. No obstante, pueden alterarse también por un gran número de situaciones no relacionadas con el estado nutricional.
Colesterol
Un nivel bajo de colesterol sérico ha sido observado en pacientes desnutridos, con insuficiencia renal, hepática y síndrome del malabsorción. La presencia de hipocolesterolemia puede ser indicativa de malnutrición en los pacientes críticos y se relaciona con un incremento en la mortalidad.

Signos de mal pronóstico
* Edad menor de 6 meses
* Déficit de P/T mayor del 30 % o de P/E mayor del 40 %
* Estupor o coma
* Infecciones severas (bronconeumonía, sarampión, etc.)
* Petequias o tendencias hemorrágicas
* Deshidratación, Alteraciones electrolíticas, acidosis severa
* Taquicardia o datos de insuf. Respiratoria o cardíaca
* Proteínas séricas menores a 3 gr/dl
* Anemia severa con datos de hipoxia
* Ictericia, hiperbilirrubinemia o aumento de transaminasas
* Lesiones cutáneas eruptivas o exfoliativas extensas
* Hipoglucemia e hipotermia
Consecuencias a largo plazo
Hay clara evidencia acerca de la importancia de la desnutrición como factor predisponente de un mayor riesgo de enfermar o de morir y como condición antecedente de una limitación estructural y funcional.
Durante el estadio agudo de la desnutrición severa, la aparente mayor susceptibilidad del niño a contraer enfermedades infecto-contagiosas es sin duda la consecuencia de mayor trascendencia clínica.
Con respecto a las potencialidades somáticas los niños con desnutrición severa presentan tallas inferiores al promedio para su edad considerándose estos como "Enanos Nutricionales".
Los estudios sobre el desarrollo mental indican que existe una interrelación estrecha entre la desnutrición y el desarrollo intelectual. Sin embargo, aún queda por precisar el grado de participación de la desnutrición en el retraso mental. En años recientes se ha logrado que lactantes severamente desnutridos tengan una mejor recuperación en su desarrollo neurológico, cuando son sistemáticamente estimulados durante su tratamiento médico dietético.
El niño desnutrido grave se deteriora más debido a un desequilibrio hidroelectrolítico, a trastornos gastrointestinales, insuficiencia cardiovascular y/o renal y a un déficit de los mecanismos de defensa contra la infección.
Las alteraciones psicológicas pueden ser profundas; la anorexia severa, apatía e irritabilidad hacen que el niño sea difícil de alimentar y manejar, y son de muy mal pronóstico.
En general, la muerte es secundaria a bronconeumonía, septicemia por gram negativos, infecciones graves y falla aguda cardiovascular, hepática y renal.
Los signos y síntomas de deficiencia grave de vitaminas y minerales pueden ser importantes en la DPE y pueden hacerse aparentes durante la rehabilitación temprana si no se provee un suministro adecuado de estos nutrimentos. Además, el cuadro clínico puede complicarse por una deficiencia grave de folatos, tiamina o niacina y/o una deficiencia aguda de potasio, sodio y magnesio o por deficiencia crónica de hierro, zinc, cobre y cromo.
Tratamiento
Una de las novedades del protocolo de la OMS es el uso de suplementos de vitaminas y minerales antioxidantes, terapia que se fundamenta en el papel protector de algunos micronutrientes contra el estrés oxidativo asociado con la etiología del kwashiorkor (9)
La influencia de la desnutrición sobre la efectividad de un suplemento de lactobacilos vivos para prevenir y curar cuadros de diarrea infantil se estudió sobre 200 niños entre 6 y 24m de edad, desnutridos (D) o controles (C) que recibieron a ciegas durante 90 días leche fermentada con L. Acidofilus y L. Casei (107-108 /ml) (LB) o cantidad equivalente de leche fluida pasteurizada (L).
En conclusión, la leche fermentada fue capaz de prevenir la mitad de los episodios en los controles, pero fue ineficaz en los desnutridos; sin embargo, fue efectiva para acortar la duración y evitar las Diarreas Prolongadas con independencia del estado nutricional. Por ende, la desnutrición afectó los aspectos preventivos de los lactobacilos que requieren del sistema inmune, pero no los curativos, eminentemente locales. (12)
Fuentes utilizadas
·         1. Flores-H S. Desnutrición energético-protéinica. En: Casanueva E, Kaufer-Horwitz M, de. Nutriología médica. México D.F.:Panamericana; 1995. P. 151-68 (1ra ed)
·         2. Vega-Franco L, Caracteristicas clínicas de la desnutrición proteino-energética. En: Alimentación y Nut
·         rición en la Infancia.
·         3. Suskind R M. The Malnourished Child En Susskind R M, Textbook of Pediatric Nutrition 2ª ed. New York EUA: Raven Press; 1992:127-40.
·         4. Torún V, Viteri F. E. Desnutrición calórico-protéica. En Nutrición en Salud y Enfermedad. Shils. Mc Graw Hill; 2002. p. 1103-34.
·         5. Romero Velarde Enrique. Desnutrición proteínico-energética. En: SAM Nutrición Pediátrica. sistema de actualización médica en nutrición pediátrica.
·         6. Ávila Curiel Abelardo, Shamah Levy T, Galindo Gómez C, Rodriguéz Hernández G, Barragán Heredia L. . Salud Pública de México: 1998; 42 (2): 150-60.
·         7. Rivera Dommarco Juan, Shamah Levy T, Villalpando Hernández S, González de Cossío T. Hernández Prado B, Sepúlveda J. .
·         8. Shamah-Levy T, Villalpando-Hernández S, Rivera-Dommarco JA. Resultados de Nutrición de la ENSANUT 2006.
·         9. Gloria Maria Agudelo O., Olga Lucia Cardona H., Claudia María Velásquez R., Beatriz Elena Parra S., Mireya Acosta B., Gladis E. Morales M., et al. Concentración sérica de cobre «libre» y ceruloplasmina en niños con desnutrición aguda grave antes de iniciar la terapia nutricional y al momento de recuperar el apetito en turbo, Antioquia. Rev Chil Nutr, Agosto 2006; 33: 188-197
·         10. A. García de Lorenzo, J. Álvarez, M. V. Calvo, J. I. de Ulíbarri, J. del Río, C. Galbán, et al. Conclusiones del II Foro de Debate SENPE sobre desnutrición hospitalaria. Nutr. Hosp. 2005; 20(2): 82-87
·         11. L. Villamayor Blanco, G. Llimera Rausell, V. Jorge Vidal, C. González Pérez-Crespo, C. IniestaNavalón, M.ª C. Mira Sirvent, et al. Valoración nutricional al ingreso hospitalario: iniciación al estudio entre distintas metodologías. Nutr Hosp. 2006; 21(2):163-72
·         12. María Esther Río, Liliana Beatriz Zago, Hugo Garcia y Luis Winter. Influencia del estado nutricional sobre la efectividad de un suplemento dietario de bacterias lácticas. Prevención y cura de diarreas infantiles. ALAN, sep. 2004, 54 (3): 287-292. ISSN 0004-0622.

-Libro desnutrición infantil de Roggiero- Di Sanzo  

Protesta del 8N



La movilización del 8-N ha sido, hasta ahora, extraña dado que el Gobierno no va a cambiar su postora y los opositores están dando señales de que, en vez de revisar sus estrategias, prefieren agredir a los medios de comunicación y reafirmarse en la postura en la que estaban. 
La convocatoria se realizo a través de las redes sociales.  Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Patricia Bullrich fueron los que dieron el respaldo más explícito a la protesta organizada por Yamil Santoro y por sectores contrarios al kirchnerismo."El 8N vayamos con una sola bandera, la argentina", escribió Macri, y acompañó el texto con una bandera nacional. El último sábado, el intendente había formalizado su convocatoria a la marcha, al expresar que se sentía "representado" por los ciudadanos "independientes" que organizan la marcha al Obelisco. "Quiero decirles que el 8N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir", apuntó el líder del PRO.

Por su parte, En un reportaje televisivo, De Narváez había revelado que no irá al Obelisco pero dejó en claro que su familia si: "No voy a ir al cacerolazo del 8N, pero mi mujer y mis hijos sí", explicó el empresario.
   Si supuestamente para los manifestantes estamos en la “dictadura k” y era una PROtesta pacífica y estamos en democracia  ¿Por qué agredieron a los  periodistas de C5N, Radio Nacional, Telefé, Canal 9, Duro de domar, Canal 7, del programa 6,7,8 y América TV? Porque esto  viene sucediendo en cada manifestación antikirch-nerista.  No puede convertirse en costumbre. Ni siquiera en noticia repudiable. Directamente, no puede suceder. Es un atentado a la libertad de trabajo y al derecho a la comunicación de toda la sociedad. La asociación COMUNA (Comunicadores de la Argentina), que reúne a periodistas y docentes de la comunicación, emitió un comunicado solidarizándose con los colegas agredidos y exigiendo castigo para los agresores. Me sumo y digo vasta de violencia. 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Maratón en Avellaneda UNDAV



La Universidad Nacional de Avellaneda convoca a participar de manera abierta, libre y gratuita  de la Maratón UNDAV 2012 que, luego del creciente éxito logrado en sus dos ediciones anteriores, se realizará el domingo 25 de noviembre. La competencia largará a partir de las 9 horas desde Plaza Ucrania, sita en la intersección de Avenida Belgrano y Gral. Arenales, Avellaneda, y no se suspenderá por lluvias.


Esta maratón ofrecerá dos recorridos de 8 y 3 kilómetros y se establecerán dos apruebas centrales: Competitiva y Aeróbica participativa. La primera tendrá cuatro categorías: Universidades, Especial UNDAV, General y Capacidades Diferentes. Por su parte, la categoría Aeróbica Participativa premiará a los diez primeros corredores que cumplan con el circuito.

El objetivo principal de dicha maratón es conectar todos los sectores culturales, sociales, deportivos y recreativos de la ciudad de Avellaneda en conjunto con la Universidad, para que todos los estudiantes y vecinos de la ciudad puedan ser partícipes.
Cabe destacar que la Maratón UNDAV 2012 será fiscalizado por la Federación Atlética Metropolitana.                                                                                                                                       
Quienes deseen participar pueden inscribirse gratuitamente, de lunes a viernes, hasta el jueves 22 de noviembre, en distintos puntos de Avellaneda y la ciudad de Buenos Aires

Para más información, los interesados pueden ingresar en www.undav.edu.ar/maraton